Este proyecto nace desde mi experiencia vital como mujer después de atravesar diferentes procesos dolorosos en mi vida. Procesos que están muy relacionados con circunstancias de abuso de poder que hoy viven muchas mujeres en todo el mundo. Es de vital importancia que encaremos las adversidades que acaecen en nuestras vidas no como víctimas, sino como protagonistas, mirando a esas experiencias dolorosas como una oportunidad para hacer cambios significativos en nuestra existencia. Hoy en día nos encontramos en una coyuntura en la que como mujeres aspiramos a que nuestra condición de género no sea discriminada de manera alguna.

Pero es muy significativo que podamos reconocer que en nuestra educación (condicionamiento) hemos interiorizado formas de valorar el hecho de ser mujeres y nuestra forma de estar en el mundo, con connotaciones de inferioridad, que lo masculino es más importante y estamos supeditadas a sus necesidades. Cuando miramos al mundo fuera de nuestra civilización podemos ver la enorme dominación que ejercen los hombres sobre las mujeres, algo que mirando atrás históricamente ha sucedido a nuestra cultura y que de alguna manera ha sido trasmitido por nuestras madres, abuelas…impregnando nuestro inconsciente colectivo de mujer.

“MUJERES EN CRECIENTE” nace para ayudar a transformar esos aspectos internos que limitan nuestra capacidad de vivirnos en plenitud.

Unos rasgos típicos que hablan de déficit de empoderamiento a nivel relacional y que este proceso puede ayudar a transformar son los siguientes:

• Escaso sentido del yo diferenciado y tendencia a nivel relacional a fundirse con la otra persona.
• Al no tener un sentido de identidad propia existe una gran desconexión con lo que necesitamos y en su lugar tendemos a cubrir las necesidades de la otra parte, llegando incluso a tolerar situaciones tóxicas para nuestra persona. Hemos de tener en cuenta además, que en la socialización de las mujeres se valora que, ésta esté pendiente de las necesidades de las personas de su entorno y que las suyas queden en un segundo plano.
• Para quienes tengan un fondo importante de abandono y para evitar sentirlo, es probable que tratando huir de la soledad se comporten de manera dependiente. Eligiendo antes estar mal acompañadas que solas.
• Grandes dificultades para decir que No, ya que el posible conflicto de intereses con la otra parte, se puede vivir como una amenaza de esa relación de fusión, comportándose de una forma complaciente y carente de poder.
• Esa falta de poder facilita que nos podamos encontrar en situaciones de abuso, teniendo grandes dificultades para reconocer y expresar el enfado transformándolo a menudo en una tristeza de impotencia.

Muchas de nosotras sabemos lo que nos pasa de una manera racional, pero no sabemos cómo provocar los cambios necesarios para liberarnos de estas tendencias a perdernos en situaciones insanas. De la reflexión sobre estas carencias y características se presenta este proyecto de intervención grupal que creo, puede ayudar en el crecimiento personal de las participantes. Nuestra propuesta de trabajo tiene que ver sobre todo con la experiencia, desde donde a nivel más sutil podamos tomar conciencia de cuáles son las dinámicas inconscientes que perpetúan esas formas disfuncionales de actuar y poder así transformarlas.