Es uno de los medios de creatividad, disfrute y sanación más antiguos de la humanidad. En esta manifestación corporal la relación entre cuerpo y mente y la conexión entre movimiento y emoción se hace más profunda. Experimentar la conciencia corporal y consciencia personal, favorece el trabajo personal y motiva a crear procesos de crecimiento interior. Esta experiencia con el cuerpo y con la danza da un impulso gratificante para seguir practicando el autodescubrimiento y auto-cuidado en nuestro día a día.